Igual que aquella vez primera, nuestra vuelta a cantar tuvo que ser en el mismo lugar, y ante la bendita imagen del Señor de Torrijos.
Nervios, ilusión, emoción, miradas, lágrimas..... sensaciones que brotaron en aquel sitio sagrado en el que tuvimos la dicha de volver a unir nuestras voces en una sóla voz.
"Una Estrella dejó el cielo y se vino pa la tierra".... quisimos rezar a nuestra Madre de la Estrella con su sevillana más tradicional. "De chiquillo yo soñaba...." volvimos a cantar aquella plegaria de los años 90, ya olvidada, que nos hizo emocionarnos (y equivocarnos).
Después las dulces voces de Belén y Estrella, las más peques del coro, recuperaron una sevillana que escribió Merchi cuando tenía once años.... "Un domingo de mañana todos vamos a Torrijos...".
Y "otra vez vengo a cantarte que es mi forma de rezar..." y después "Sólo mirar tu mirada y tus ojos de bondad"... y luego la plegaria "Peregrino de Torrijos" para acabar con lágrimas en los ojos y casi sin fuerzas en la voz.
Un momento inolvidable, para de nuevo sentir la música a nuestra forma, a nuestra manera, con las coplas y versos de Valencina, con letra y música de la tierra.
Eran las tres de la tarde del domingo 26 de octubre, Domingo de Acción de Gracias, de 2014.
